Confesiones de invierno

Se va el frío. Se van algunos sorbos de licor contra él.
Amablemente y sin apego, sin abandono nos acercamos a un porvenir luminoso.

Dentro de esta calmada felicidad se echa de menos el sostener una conversación interesante, que eleve, que venga encantada y que deje algo, con alguna mujer interesante. Aunque, las caribeñas en esta parte del mundo dan amabilidad, alegría, un lenguaje florido y una cadencia femenina que escaseaba desde hace tiempo en el desierto de las nacionales, trayendo con ello, la primavera.